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jueves, 14 de noviembre de 2013

WEST SIDE STORY (1961)

Hay un dicho popular, según el cual, la derrota es huérfana pero la victoria tiene muchos padres. En el caso de West Side Store se cumple pues tiene tres padres. Sin orden de relevancia, el primero es Robert Wise, un director que es medio director porque fue el encargado de las escenas interiores de estudio, las que no son de acción. El Oscar lo compartió con Jerome Robbins, el coreógrafo. Robert Wise no fue un director de relumbrón pero venía de dirigir El Ladrón de cuerpos (1945) basada en una obra de Robert Luis Stevenson con Boris Karloff y Bela Lugosi, Ultimátum a la Tierra (1951) una buena película pionera del género, Marcado por el odio (1956) una correcta película de boxeo, para quien le guste el género, con una gran interpretación de Paul Newman. Más tarde dirigiría películas tan importantes como Cualquier día en cualquier esquina (1962), Sonrisas y lágrimas (1965) (un musical diferente),  y Star Trek (1979). No era un relleno en el equipo, sabía muy bien lo que se llevaba entre manos.



La otra parte del dúo y del Oscar era Jerome Robbins. Robbins fue un niño prodigio que comenzó a tocar el piano a los tres años y musicalmente fue discípulo del célebre Balantchine, había sido bailarín profesional, tomó parte en la coreografía de Un día en Nueva York  y trabajó con el mundialmente conocido bailarín y coreógrafo Bob Fosse (Cabaret, 1972). Se hizo cargo de las escenas de exteriores y los ballets de West Side Story revolucionando el musical. Tuve la suerte de asistir a su estreno y nunca podré olvidar el impacto en el público ese día  con los primeros compases atronadores y el primer ballet al aire libre: algo nunca visto.
La tercera pata del trípode fue Leonard Bernstein, el compositor de la música imperecedera de la película. Tampoco Bernstein era un desconocido, había firmado la música de Un día en Nueva York (1949) y  La ventana indiscreta (1954), pero lo que verdaderamente le había hecho popular entre el público americano eran los conciertos didácticos que daba en televisión para jóvenes: Young People’s Concerts.
El mérito de Bernstein en West Side Story, aparte de la calidad y la orquestación es la variedad de los temas, desde ritmos latinos a baladas o al sincopado baile del gimnasio. No sé a quién de ellos atribuir la crítica social de la canción/baile América que llevó a un crítico a escribir que era el primer musical/social de la historia del cine. La mayor parte de la banda sonora sigue siendo muy popular. Hay un doble CD de ella dirigido por el propio Bernstein, pero la interpretación está a cargo de voces muy cultivadas como Kiri Te Kanawa  y José Carreras que suben la calidad pero le bajan la autenticidad.




Queda algo importante en la película: los decorados. Los interiores correctos como en toda superproducción pero los exteriores fueron rodados en un barrio que se iba a derruir para reedificar; claro está que hubo que retocarlo para dar la sensación de que aquellas pandillas vivían allí pero los picados y contrapicados de las cámaras dieron un fondo idóneo para redondear el espectáculo.
Queda la parte más floja de la película: el reparto. Evidentemente es difícil encontrar bailarines de diferentes ritmos que encima sean buenos actores. Para las canciones no hubo problema porque fueron doblados pero los bailes…Rita Moreno estaba en su salsa (perdón por el chiste fácil), Chakiris tenía nociones de baile y antecedentes, pero el resto no. De ellos sobrevivieron Natalie Wood (perdón otra vez por otro chiste fácil) una gran actriz, Rita Moreno buena actriz y bailarina,  recibió un Oscar por esta película, que ya  aparecía en Cantando bajo la lluvia  y que aún sigue en activo, Chakiris en películas serie B y Richard Beymer  en seriales de la TV.

2 comentarios:

  1. en mi modesta opinión el reparto es un acierto total tanto los Jets como los Sharks, los polis, el dueño del bar... Si acaso, el más flojito era Beymer, pero lo tenía ganado todo con esos ojos.
    María ha sido parte de la banda sonora de mi casa especialmente desde hace casi casi 28 años.
    Es una película preciosa que nunca me cansaré de ver, gracias por dedicarle un post

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  2. Se lo debía a la película. Fue emocionante asistir al estreno y ver la respuesta del público a algo totalmente nuevo:música,coreografía, la historia mil veces representada de Romeo y Julieta desde un ámbito nuevo cuando todo parecía ya dicho...Pero una vez pasado el asombro,queda la calidad.

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