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viernes, 26 de septiembre de 2014

CUATRO GATOS

La relación entre los animales y el cine dura ya mas de cien años. Al principio los animales actuaban espontáneamente pero luego empezaron a filmarse sus gracias y alguien encontró un filón amaestrándolos.Tal fue su éxito que en algunos casos, sus propietarios ganaban más que los actores.
Así, a bote pronto, me vienen a la cabeza los casos de Rin Tin Tin, Lassie (la versión femenina de Rin Tin Tin) y Colmillo blanco, la Mula Francis, Willy (liberadlo, por Tutatis), Asta (protagonista de una serie policíaca) , el Corcel Negro, el Loro de Long John Silver, Clarence el león bizco......A Moby Dick, Tiburón y a King Kong(1) no se encontró forma de amaestrarlos y se hubo de recurrir al trucaje cinematográfico, excelente por cierto en este último caso (la película tiene ochenta años). El perro de los Baskerville , debe de estar ya jubilado, pues ha trabajado en al menos veinticinco películas.En la película  El oso sí se usaron osos amaestrados y aunque parezca uno solo, fueron varios que tuvieron suerte de que no hubiesen disparos reales. También fueron varias las vaquillas utilizadas en el rodaje de La vaquilla, en parte por la duración de la realización y por la dificultad de las tomas por parte de la protagonista. Chita la mona de la serie Tarzan, era mejor actriz que Lex Barker que, al fin y al cabo, era solo un extraordinario nadador. En el caso de Los pájaros de Hitchcock, no hubo problema, bastaba la presencia del director en el plató, para volverlos dóciles. En el de Rambo/Rocky, el problema fue hacerlo actuar sobre dos patas, el resto, fácil.
Los gatos vienen aquí porque al repasar las ultimas entradas, han aparecido cuatro en otras tantas películas.
Comenzamos por el más fugaz de ellos, el minino de El tercer hombre. Aparece brevemente para fijar con la precisión de un GPS, la presencia de Harry Lime en el mundo de los vivos donde no estaba ni se le esperaba. Mientras tanto la cítara de Anton Karas , aumenta sus decibelios. Una vez hecha la faena desaparece.No tiene nombre ni filiación.


                                  Gato delator

Si la tiene ,así como superpoderes, Pyewocket, el gato de Me enamoré de una bruja. En el mismo año repite en ella la pareja de Vértigo, Kim Novack y James StewartSiempre se ha dicho que su director, Richard Quine estaba enamorado de Kim. Algo debía de haber porque la fotografía ( a Kim) mejor que el mismísimo Hitchcock y se permite el plano con los ojos de Pyewocket y Kim sugerente. En esta ocasión el gato tiene relación con el desarrollo de la trama.


                                Amor a primera vista

También la tiene, aunque su nombre sólo sea Gato, el que aparece
en Desayuno con diamantes. Blake Edwards , un romántico incorregible, fuerza el final de la trama de Truman Capote un negativista impenitente, para reconciliar a los dos protagonistas bajo la lluvia purificadora, por intermedio de el gato. No pega ni con cola (de gato) pero ¡Que bien queda...! 


                               Un gato celestino


El último gato de la serie es el que se atrevió a sentarse en las rodillas de Marlon Brando en El Padrino. Según cuenta la leyenda ni estaba en el guión ni estaba previsto, pero rondaba por el estudio y alguien tuvo la idea de inmortalizarlo. Pero no influyó en la trama , aunque sí en otras películas a cuyos directores les encantó la idea de un gato ronroneante en el regazo de los malos.


                                   ¿Cual es mas fiero?

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