Cuando ruge la marabunta es el más comercial de los tres títulos. Sirvió para atraer público a la película, nadie sabía que era la marabunta ni si era capaz de rugir. Para un público desinformado sin twitter y Whatsapp o como se diga, un autentico imán. Claro que venía precedido por el título original The Naked Jungle (La jungla desnuda) que introdujo la leyenda que la plaga era de mujeres desnudas que se arrastraban y que la versión española con las hormigas no era la auténtica. Más público. El del relato original Lenningen contra las hormigas obra de un escritor centroeuropeo casi desconocido era bastante anodino. Bien por el cambiador.
Se trata en realidad de un problema de hormonas disfrazado de película de aventuras: un Charlton Heston, subiendo a la cumbre, vestido en forma de finas gotas de testosterona choca con una pelirroja, ¿que tendrán las pelirrojas? Eleanor Parker: Hechuras de seda con núcleo duro de acero.
Del reparto solo William Conrad, una cara familiar pues participó en más de cien películas, con o sin su bigote característico, mató a Burt Lancaster en su primera película; dirigió alrededor de treinta para televisión y hasta tuvo serie propia incorporando a un detective: Cannon, más de cien episodios.
El envoltorio es una país sudamericano de opereta habitado por indígenas de guardarropía barata.
De la música poco puedo decir. A pesar del aparatoso nombre del compositor, Amfitheatrof, poca inspiración puede haber en un ataque de hormigas enloquecidas. La otra parte tampoco facilita la inspiración: la química entre la Parker y Heston es nula quizás por exigencias del guión.
¿POCO FEELING?
La elección del director en principio es acertada. Como director lo fue de cuarenta películas: De la Tierra a la Luna, La conquista del Espacio, La guerra de los mundos etc. La mayoría con un componente futurista lo cual requería un nivel de conocimientos artesanales que Byron Haskins poseía. Aparte de su labor como director trabajó en más de cincuenta películas, para otros directores, como encargado de efectos especiales que en aquellos tiempos dada la limitación de medios se llamaba simplemente trucaje. Con el componente fantástico de la marabunta se pensó en Haskins como la persona adecuada para las dos facetas. Cierto es que hubo otra persona, que ni siquiera figura en los créditos, encargado de las hormigas pero todo hace pensar en la supervisión de Byron Haskins.
Una entretenida película de aventuras con el aliciente de un Heston es ascenso y una Parker que siempre daba bien.
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