La colina del adiós fue en su momento una película de éxito: un melodrama pasional con mucho amor y, en aquellos momentos, interracial. Hollywood apostó por ella: una gran producción a todo color, escenarios, paisajes, una cabecera de reparto impecable,un director Henry King con más de cien películas rodadas, un fotógrafo reconocido, Lyeon Shamroy, y un guión que se prestaba a lucimiento.
El libro en que se basa la película lo firma Han Suyin, que como recordará quien haya visto la película es el nombre de la protagonista, en realidad un seudónimo literario. Hay pues que concederle un cierto grado de relato autobiográfíco. Se basa en el periodo de la guerra de Corea y el romance entre un periodista occidental y una doctora asiática. Apasionado (el romance). No cuento más.
Es una película hecha para el gran público: mucho amor, lacrimógena, visualmente muy atractiva, y que tuvo mucho éxito.
Los intérpretes principales, el resto del reparto flojea un poco,son William Holden y Jennifer Jones. Holden es un valor seguro en la cumbre de su filmografía que abarca El crepúsculo de los dioses,
Traidor en el infierno, Sabrina (un punto negro, un error de reparto), Picnic, su confirmación como star internacional, con Kim Novack, El puente sobre el río Kwai, y que culmina (aunque no acaba) con Grupo salvaje.
Jennifer Jones se reveló en La canción de Bernadette (preguntadle a los papás), triunfó en Duelo al sol (otro amor racial prohibido) y
otras películas de calidad pero menor relumbrón. Aquí como en Duelo interpreta al personaje exótico.
Lo que mejor aguanta el paso del tiempo es el tema central de la banda sonora y que lleva el mismo titulo que el original de la película El amor es algo maravilloso. El autor es Alfred Newman, que está en los créditos de mas de doscientas películas, algunas tan conocidas como La tentación vive arriba, El Rey y yo, South Pacific, La túnica sagrada o El prisionero de Zenda. El tema ha llegado hasta nosotros porque lo incorporaron a su repertorio los mejores crooners de la época y fue un fijo para las grandes formaciones orquestales que, como los dinosaurios, se extinguieron. La versión mas popular sigue siendo la de Ray Connif. El amor es algo maravilloso es para escucharla a pleno sol y a toda pastilla. Sigue escuchándose mientras que la película en si, con el incordio de no coincidir el titulo español con el de la canción es solo para los muy afortunados que la gozaron en su momento. Se sigue dejando ver y es un ejemplo de lo que hacían los grandes estudios cuando no invertían en efectos especiales.
https://www.youtube.com/watch?v=UiPaSc0QDr4
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