La razón para escribir sobre esta película, de
las muchas películas de Bond, es que reúne prácticamente la mayor parte de
los elementos que constituyen el núcleo duro de su éxito.
Ian Fleming fue un escritor británico con
algunas similitudes con el también británico John LeCarré. Ambos, antes que
escritores de novelas de espionaje, trabajaron en el ramo. En concreto Fleming
trabajó para la
Inteligencia Naval y los negocios privados de Asuntos
Exteriores, o sea espionaje. Conocía perfectamente los entresijos del tema: Existen
el jefe misterioso M, en las primeras películas un hombre, en las
últimas una mujer, Q el manipulador de gadgets que casualmente son los que va a utilizar Bond en cada
episodio…Inventado pero constante, aunque interpretado por varias actrices a lo
largo de las películas Monneypenny, la eterna enamorada de Bond. Menos
constante es su colaborador, cuando la acción se traslada a América, Felix
Leiter también interpretado por diversos actores. John Barry es el autor de la banda sonora tan característica de las
primeras películas.
https://www.youtube.com/watch?v=Qt2WlDM3tEA
https://www.youtube.com/watch?v=Qt2WlDM3tEA
Y queda el protagonista: Bond. La primera, y
creo que acertada elección, recayó en el actor escocés Sean Connery que venía
del culturismo y de los concursos de Míster lo que fuera. Le dio
credibilidad al personaje que luego se ha ido diluyendo con el paso de los años
con actores de edad venerable, actores inexpresivos y malos actores. La prueba
de que no han vuelto a acertar es la cantidad de actores con que lo han
intentado. Connery, según él, lo dejó para no encasillarse pero lo cierto
es que una vez agotadas las novelas de Fleming, y el abandono de los valores
fundacionales, la serie evolucionó hacia el puro espectáculo, el no va más de
los efectos especiales y los aparatos más impactantes para seguir atrayendo al
público.
Es decir James Bond dejó de ser el agente 007
para convertirse en una franquicia con todos los inconvenientes que sabemos que
esto tiene. Pobre Bond. Quedan algunas de sus frases y poses: Me llamo Bond,
James Bond ; Martíni con vodka agitado, no mezclado,…Pero no hay modo de
imitar su mueca de suficiencia sarcástica, su elegancia innata de su época de
modelo, su preparación atlética etc.
Y quedan dos factores que no pueden faltar: el
malo dotado de riquezas sin fin para utilizarlas en sus objetivos. En esta
ocasión un magnífico Gert Froebe (los malos de Bond suelen ser buenos actores
en la primera época, ahora basta tener cara de loco o de malvado).
Y las chicas. De entrada chicas guapas y
vistosas pero el lanzamiento de Ursula Andress saliendo del mar, no en esta película
sino en 007 contra el Dr. No, hizo que se acuñara el término chicas
Bond. De algunas no se ha vuelto a oír hablar.
PD. La única vez que Ian Fleming lo hizo fuera
del tiesto, fue para escribir Chitty Chitty Bang Bang.