Por pura casualidad, y por que eran dos grandes actores,volvemos a tener a los mismos protagonistas de la entrada anterior: Jack Lemmon y Tony Curtis. En esta Lemmon da rienda suelta a su vena histriónica y Curtis se parodia a si mismo, haciendo el mismo personaje apuesto y donjuanesco que le había hecho popular. Para que se vea que no hay que tomarselo en serio, Edwards se permite la humorada de poner un destello luminoso en su dentadura. Pero en esta película hay que hacer hincapié en el director, Blake Edwards, del que ya hemos comentado Desayuno con diamantes. Igual que se dice, en el buen sentido, que hay personas que son animales políticos, también existen los animales cinematográficos y el paradigma sería Blake Edwards .
El Profesor Fate
Edwards es un compendio de lo que es el cine. Sus ancestros fueron ya profesionales de diversas facetas de este en los tiempos heroicos en los que todos hacían de todo, actuar como actores, improvisar gags, trabajar de extras o de dobles en escenas peligrosas, guionistas, iluminadores etc. Edwards lo vivió y comenzó desde abajo como actor que no aparecía en los créditos y mas tarde como guionista. Su alter ego durante un tiempo fué el también guionista y luego director Richard Quine. La otra pata fue el músico Henry Mancini. Juntos empezaron y luego, cada uno por su lado, llegó al máximo en sus respectivas especialidades. El culmen de ambos, Edwards y Mancini, juntos es Moon River de Desayuno con diamantes, aunque no es desdeñable, económicamente, la sintonia de la serie de la Pantera Rosa.
El Gran Leslie
Porque Edwards es también responsable, para lo bueno y lo malo de esta serie. Debido al éxito de la primera película de la serie, los estudios le daban carta blanca para nuevos episodios y Edwards cuando andaba escaso de fondos los rodaba: no hay que culparlo.
Inigualable
La Carrera del Siglo es un homenaje de Edwards al cine y en parte al cine mudo y al subgénero llamado Slapstick, el de golpes y tortazos/tartazos que provocan la risa. Avisa con los gags del comienzo, una sucesión de episodios hilarantes que preparan al espectador para lo que viene después: un recorrido por diversos géneros cinematográficos : la salida homenajeada en diversas películas y series de dibujos animados, la persecución de los indios de pacotilla con una memorable pelea de saloon con el gag de la interrupción de la pelea para que pase la dama. Mas tarde lo recuperaría John Huston en El hombre que pudo reinar con el alto en la batalla para que pasen los monjes. Pero el mayor homenaje lo hace a una película titulada El prisionero de Zenda : Edwards riza el rizo y hace interpretar a Lemon dos personajes y repite milimétricamente la escena del duelo que antes protagonizaron dos espadachines Stewart Granger y James Mason. Aquí son Tony Curtis y un habitual de las películas de Edwards, Ross Martin. Edwards intercala la escena que no podía faltar en el slapstick, la batalla de tartas , pero eso sí, la mejor y mas grande de todas las filmadas.
Hay mas, mucho mas, pero este comentario se haría muy largo y ese tiempo se invertiría mejor volviendo a verla.
P.D. La película como dice en los créditos está dedicada a Laurel y Hardy(el gordo y el flaco).Es de bien nacidos...
El Profesor Fate
Edwards es un compendio de lo que es el cine. Sus ancestros fueron ya profesionales de diversas facetas de este en los tiempos heroicos en los que todos hacían de todo, actuar como actores, improvisar gags, trabajar de extras o de dobles en escenas peligrosas, guionistas, iluminadores etc. Edwards lo vivió y comenzó desde abajo como actor que no aparecía en los créditos y mas tarde como guionista. Su alter ego durante un tiempo fué el también guionista y luego director Richard Quine. La otra pata fue el músico Henry Mancini. Juntos empezaron y luego, cada uno por su lado, llegó al máximo en sus respectivas especialidades. El culmen de ambos, Edwards y Mancini, juntos es Moon River de Desayuno con diamantes, aunque no es desdeñable, económicamente, la sintonia de la serie de la Pantera Rosa.
El Gran Leslie
Porque Edwards es también responsable, para lo bueno y lo malo de esta serie. Debido al éxito de la primera película de la serie, los estudios le daban carta blanca para nuevos episodios y Edwards cuando andaba escaso de fondos los rodaba: no hay que culparlo.
Inigualable
La Carrera del Siglo es un homenaje de Edwards al cine y en parte al cine mudo y al subgénero llamado Slapstick, el de golpes y tortazos/tartazos que provocan la risa. Avisa con los gags del comienzo, una sucesión de episodios hilarantes que preparan al espectador para lo que viene después: un recorrido por diversos géneros cinematográficos : la salida homenajeada en diversas películas y series de dibujos animados, la persecución de los indios de pacotilla con una memorable pelea de saloon con el gag de la interrupción de la pelea para que pase la dama. Mas tarde lo recuperaría John Huston en El hombre que pudo reinar con el alto en la batalla para que pasen los monjes. Pero el mayor homenaje lo hace a una película titulada El prisionero de Zenda : Edwards riza el rizo y hace interpretar a Lemon dos personajes y repite milimétricamente la escena del duelo que antes protagonizaron dos espadachines Stewart Granger y James Mason. Aquí son Tony Curtis y un habitual de las películas de Edwards, Ross Martin. Edwards intercala la escena que no podía faltar en el slapstick, la batalla de tartas , pero eso sí, la mejor y mas grande de todas las filmadas.
Hay mas, mucho mas, pero este comentario se haría muy largo y ese tiempo se invertiría mejor volviendo a verla.
P.D. La película como dice en los créditos está dedicada a Laurel y Hardy(el gordo y el flaco).Es de bien nacidos...
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