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lunes, 28 de abril de 2014

MASTER & COMMANDER (2003)

                                                   
Esta no es una entrada normal. Es solo para los seguidores a los que les gusten las batallas navales y para las seguidoras de Russell Crowe. El que avisa no es traidor. Y no es que a mi no me guste la película, que me gusta, pero reconozco que toda su duración con imágenes y vocabulario marino aderezado con algunas postales policromadas es solo para espíritus afines.
El origen de la película, y uno de sus pecados originales, es estar basada en una saga de veinte tomos del escritor británico Patrick O'Brian con las aventuras de dos personajes: El capitán Jack Aubrey y el médico-cirujano Stephen Maturin a quienes O'Brian sigue a través de mares, guerras, diferentes navíos etc... todo ello con minuciosidad y prolijidad. Para los lectores una gozada: los conocemos, sabemos sus puntos fuertes y débiles, su buena o mala suerte, las complejidades de los barcos de vela, sus encuentros y desencuentros. Lo sabemos todo. Pero, al igual que en Alatriste, se
ha recurrido a condensar en las dos horas de película lo que a O'Brian le ha costado varios tomos. Hay puntos oscuros que no podemos rellenar viendo la película.




                                 AUBREY/CROWE




                                  INSEPARABLES


Si nos atenemos solo a la película hay que reconocer que es una gran espectáculo, postales aparte, y que una vez más los medios modernos contribuyen a que veamos en primera fila y en primera persona un combate naval. Los exteriores de la Islas Galápagos fueron rodados in situ, la tormenta es real aunque luego por medios digitales se añadió el barco, el efecto del cañoneo al palo mayor adquiere realismo...
El director, Peter Weir, es un australiano que después de otras películas menos conocidas impactó con Gallipolli, a la que le siguieron ya plenamente occidentalizado : El año que vivimos peligrosamente, Único testigo, La costa de los mosquitos, El club de los poetas muertos...Todas ellas si no excelentes, si muy populares como para concederle presupuesto para rodar Master.
El futuro ya veremos, porque la última escena de la película con la Surprise virando en redondo, sugiere la posibilidad de una segunda parte.



                                    POSTAL



                                       POSTAL

El interprete es el neozelandés Russell Crowe. Su físico atlético y su
selección de papeles, Gladiator, Robin Hood, Cinderella, Noé etc... pudieron haberlo convertido en el Charlton Heston de la actual generación de actores, pero le falta eso que se llama carisma y que solo lo tienen los que lo tienen. El resto del reparto lo desconozco, pero el casting es bueno, así como el atrezzo, el vestuario etc.
Al autor o autores de la música tampoco los conozco: el premio de la película fue para el sonido, no para la música. A menos que nos hagamos eco de la frase de Napoleón de que la mejor partitura es el sonido de los cañones :).
P.D. Permítaseme una pequeña pedantería.El nombre del navío francés Acheron es el nombre de uno de los ríos, el río del dolor, que en la antigua Mitología Griega va a desembocar en el Hades,el Lugar de los Muertos.Viene en Google.

2 comentarios:

  1. Yo la aconsejo,pero sabiendo uno lo que se va a encontrar,por lo tanto sillón cómodo,palomitas, tiempo por delante y a disfrutar con los detalles y en como el capitán francés,teóricamente el malo de la película,la toma el pelo una y otra vez al bueno de Russell Crowe. Un abrazo.

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