La historia es muy conocida: en una
civilización futura (no demasiado), un Cuerpo ataviado de bomberos se dedica a
quemar libros (arden a 451 grados Fahrenheit). El autor es muy célebre: el
norteamericano Ray Bradbury, que a pesar de tener todos los títulos y premios
de Ciencia Ficción (S-F en su acróstico inglés), negaba ser un autor del
género. De hecho, su icono es una mecedora en un porche. Era un poeta que
escribía relatos, generalmente cortos, de anticipación. Suyos son el guion
de Moby Dick de John
Huston y multitud de episodios de TV la Hora de Hitchcok, Historias para no
dormir, Crónicas marcianas... Su fama en España para el publico general
deviene de uno de sus títulos Crónicas
Marcianas que adoptó (no adaptó) un malhadado programa de televisión.
Nada mas lejos de él. El que lea el relato o vea la película sabrá que opinión
tenía Bradbury de la televisión y los programas de entretenimiento. Cuenta la
leyenda que quiso que en su lápida figurara únicamente Autor de Fahrenheit 451. No es
leyenda que la primera publicación del libro fuera por entregas y en la revista Play
Boy.
El mundo que nos muestra es un mundo
feliz...a fuerza de anular a las personas, uniformarlas, sedarlas y evitar los
problemas al no tener información más que la oficial que llega a todos de forma
obligatoria por saturación. De hecho el país está en guerra y no repercute en
la vida normal. Los libros son
el gran peligro y por ellos son perseguidos y quemados, y sus lectores son
hostigados de diversas formas. En la famosa escena de la quema de libros de la
anciana, ahora con las técnicas modernas la podemos ralentizar, y ver las
preferencias literarias del director no del autor. Estamos en la década de los
sesenta.
Linda & Clarisse = Julie Christie
Linda & Clarisse = Julie Christie
Un director francés, François Truffaut, la
llevó al cine. Truffaut formó parte del movimiento de renovación
cinematografica que se llamó Nouvelle
Vague, que se fue nucleando en torno a una revista que tenía por modesto
titulo Cahiers du Cinema y cuya chispa de salida la originó
una artículo de un critico llamado François Truffaut. Sería muy largo enumerar
el devenir de los componentes de la Nouvelle,
pero uno de ellos era reivindicar el cine americano, en especial algunos
directores, a los que divinizaban. Ellos fueron los que en sus escritos y
películas dieron a luz el llamado cine noir.
Varios de los títulos de Truffaut inciden en
obras del género
noir: Tirad sobre el pianista, La Novia vestía de negro... En ocasiones colaboró como escritor de guiones, entrevistas, (hay una monografía muy célebre y apreciada sobre Alfred Hitchcock) y como actor en Encuentros en la tercera fase.
Hombres-libro
noir: Tirad sobre el pianista, La Novia vestía de negro... En ocasiones colaboró como escritor de guiones, entrevistas, (hay una monografía muy célebre y apreciada sobre Alfred Hitchcock) y como actor en Encuentros en la tercera fase.
Fuego purificador
Hombres-libro
La música que apoya el ritmo trepidante de
algunas escenas es de Bernard Herrman, el compositor habitual de Hitchcock.
El protagonista, el estólido Oscar Werner
desentona al lado de Julie Christie, que interpreta los dos personajes
femeninos de la película.
Vuelven a no coincidir el final de la
película y el del relato. En Bradbury es sombrío y coherente, en Truffaut hay
varios toques de humor que no están en la obra original y el final es romántico
y etéreo; la secuencia de los hombres-libros es anecdótica en el relato
mientras que la película la convierte en uno de sus iconos.
P.D. De Bradbury/Fahrenheit ·"Se
abreviaron los años de estudio, se relajó la disciplina, se dejó de lado la
Historia, la Filosofía y el Lenguaje. Las Letras y la Gramática fueron
abandonadas poco a poco hasta que se las olvidó por completo".
Escrito hace cincuenta años.
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