Charada según el Diccionario de la Real Academia Española : Pasatiempo consistente en adivinar una palabra a partir de alguna pista. Pues eso, un pasatiempo, pero realizado por un gran director: Stanley Donen. Quizás a muchos lectores no les suene el nombre, pero Stanley Donen tuvo un comienzo fulgurante en la dirección, muchas veces con Gene Kelly, con títulos como Un día en Nueva York, Cantando bajo la lluvia, Siete novias para siete hermanos, Siempre hace buen tiempo... No está mal para un principiante. Donen era un buen tipo, mejor director y un innovador. Y había sido antes bailarín...
Y cuando paso la fiebre del musical, excelentes comedias que aún hoy se pueden ver con agrado: Indiscreta, Volverás a mí, Página en blanco, Charada, Arabesco (un experimento), Dos en la carretera y algunas otras menos memorables. Cinco películas Stanley Donen- Cary Grant que eran amigos legales. Entre ambos comenzaron a fabricar un truhán / un señor: seductor, elegante, algo misterioso que culminaría en el personaje de Grant en Charada. Audrey Hepburn aceptable actriz, andrógina, frágil, con unos ojos icónicos que Dios le dio y capaz de ponerse cualquier cosa que saliera de la, en aquellos tiempos, mítica alta costura francesa, en esta ocasión Givenchy.
El mayor y la menor
Stanley Donen fue acusado en la época de estar muy influido por el cine de Alfred Hitchcock; el tiempo pone las cosas en su sitio y está claro que tenía un estilo propio y un sentido del humor diferente al de Don Alfredo, que también lo tenía. Quizás el asunto vendría por algunas colaboraciones del actor y el director, ambos británicos, en varias películas de temática romántica con toques de thriller, o al revés.
El resto del reparto inmejorable, George Kennedy en uno de los dos tipos de personaje que le hicieron famoso, James Coburn de vaquero urbano y el excelente Walther Mathau, un actor curtido en la televisión, aquí antes de formar pareja estable con Jack Lemmon.
Y la música: el mejor Henry Mancini en su mejor época. Mancini declaró posteriormente que había escrito el tema en una hora de trabajo.
Y cuando paso la fiebre del musical, excelentes comedias que aún hoy se pueden ver con agrado: Indiscreta, Volverás a mí, Página en blanco, Charada, Arabesco (un experimento), Dos en la carretera y algunas otras menos memorables. Cinco películas Stanley Donen- Cary Grant que eran amigos legales. Entre ambos comenzaron a fabricar un truhán / un señor: seductor, elegante, algo misterioso que culminaría en el personaje de Grant en Charada. Audrey Hepburn aceptable actriz, andrógina, frágil, con unos ojos icónicos que Dios le dio y capaz de ponerse cualquier cosa que saliera de la, en aquellos tiempos, mítica alta costura francesa, en esta ocasión Givenchy.
El mayor y la menor
Stanley Donen fue acusado en la época de estar muy influido por el cine de Alfred Hitchcock; el tiempo pone las cosas en su sitio y está claro que tenía un estilo propio y un sentido del humor diferente al de Don Alfredo, que también lo tenía. Quizás el asunto vendría por algunas colaboraciones del actor y el director, ambos británicos, en varias películas de temática romántica con toques de thriller, o al revés.
El resto del reparto inmejorable, George Kennedy en uno de los dos tipos de personaje que le hicieron famoso, James Coburn de vaquero urbano y el excelente Walther Mathau, un actor curtido en la televisión, aquí antes de formar pareja estable con Jack Lemmon.
Y la música: el mejor Henry Mancini en su mejor época. Mancini declaró posteriormente que había escrito el tema en una hora de trabajo.
Podría usted comentar ' Dos en la carretera', ahora que la menciona...
ResponderEliminarEs una película difícil. Acostumbrados a esas películas lineales que no requieren esfuerzo, en esta ocasión Donen dirigió un película muy valorada por la crítica y poco por el público. Audrey Hepburn bien; Albert Finney posiblemente impuesto por la productora puesto que la película es inglesa da el personaje sin mas. La historia es la de una pareja que a lo largo de la carretera de su vida se encuentra y desencuentra varias veces: infidelidades, trabajo, circunstancias...Todo servido en un aparente desorden, saltos en el tiempo, en el lugar, la convirtieron en poco atractiva para el gran público. Aún se discute si el final feliz hay que atribuirlo a Donen, a la productora o al propio business.
EliminarPues a mi me gustó! Es un roadtrip en toda regla. Gracias!
ResponderEliminarY a mi también. Desgraciadamente la industria del cine es precisamente un negocio en el que según un dicho célebre cada uno vale lo que vale su última película. Precisamente la próxima entrada Campanadas a media noche versa sobre los grandes problemas de un genio para poder filmar sus películas. Donen venía en Dos en la carretera de un éxito de crítica y PUBLICO como Charada: el público esperaba de el otra cosa.Un saludo.
EliminarCharada, sencillamente genial. Aunque discrepo con su definición de aceptable actriz para Audrey Hepburn. Como cinefilo me gusta hacer mis listas, y entre ellas está Hepburn entre los primeros puestos. Como no Cary está también presente.
ResponderEliminarAsí que en esta pelicula, sin menospreciar el trabajo elegante de su director, se afianza y crece gracias a estos actores, y al elenco de secundarios. Está bien hilvanada aunque, por poner una pega, le falta el toque de genialidad de los grandes directores. Por otro lado el doblaje al español dantesco... cómo gana este película en versión original¡¡¡
Una entrada con su top ten de actores/actrices estaría bien ;) Yo ya he puesto mis cartas sobre la mesa. En mi poker estaría Cary Grant, Audrey Hepburn, Ingrid Bergman y Pepe Isbert, por meter un as español.
Una de mis películas favoritas es Desayuno con diamantes. Audrey la hizo inolvidable.Lo malo era su encasillamiento. Cuando salía de el, y sin maquillaje como en Robin y Marian,era muy creíble. Cary Grant era un grande. Billy Wilder, grande entre los grandes, siempre lamentó no haber podido contar con el para ninguna de sus películas . Los directores tienen un reparto ideal para sus películas que raramente se confirma. De Gregory Peck, hablo en la próxima entrada. Charles Laugthon era un gran actor limitado solo por su físico. Ingrid Bergman era una señora y una gran actriz que por diversos motivos no de prodigó. Tengo escrito que los actores españoles de reparto, antes llamados secundarios, eran los mejores del mundo. Ya casi no quedan, ahora nos tenemos que conformar con amiguetes que se dejan caer en el rodaje. Siempre he dicho que yo de mayor querría ser Pepe Isbert.
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